Una de las grandes preguntas con respecto a los cigarrillos electrónicos es, ¿cuál es el riesgo para terceros con el vapor que emite el usuario del cigarrillo electrónico? Ésta pregunta, y el hecho de que hasta ahora no había una respuesta clara, ha sido el corazón de la legislación prohibitiva en Costa Rica. Aunque cuando se pasó el reglamento de la Ley Anti-Tabaco en el 2012 no existía un cuerpo de investigación científica tan amplio como lo que existe en el 2014, muchas de la preguntas, hoy por hoy, ya se pueden empezar a contestar.

En un estudio publicado, sobre el vapor de cigarrillos electrónicos y el nivel de compuestos químicos emitidos por el vapor, en Diciembre del 2013 se encontraron resultados similares a un estudio previo. En pocas palabras, la conclusión de los dos estudios demuestra que terceros no están en riesgo de inhalar toxinas, o compuestos químicos tóxicos, en un ambiente donde se utiliza un cigarrillo electrónico.

Los cigarrillos electrónicos producen un vapor que puede contener, o no, nicotina que se inhala para simular el hábito del fumado. Muchas personas optan por la alternativa de cigarrillos electrónicos para reducir el daño ocasionado por el alquitrán y otros compuestos químicos tóxicos que se producen cuando se quema el tabaco. Hasta la fecha, muchos reguladores han sido escépticos porque no existía estudios y han prolongado el debate sobre el uso de cigarrillos electrónicos en espacios públicos.

El Dr. Maciej Goniewicz, investigador de cáncer en el Departamento de Salud del Instituto de Cáncer Roswell Park en Nueva York, llevó a cabo un estudio donde comparaba el nivel de nicotina, emisión de partículas finas (utilizando el estándar PM2.5), monóxido de carbono, y otros compuestos orgánicos volátiles emitido entre el uso del cigarrillo electrónico y cigarros tradicionales de tabaco combustible. Los investigadores midieron el nivel presente de éstos compuestos en un cuarto sellado en 3 modalidades: vapor generado por cigarrillos electrónicos operado por medio de una máquina, vapor generado por cigarrillos electrónicos operados por 5 personas, y humo de tabaco generado por cigarros de tabaco combustible por 5 personas.

El resultado final del estudio? Los cigarrillos electrónicos no solo emiten 10 veces menos nicotina que los cigarros tradicionales de tabaco (3.32 µg/m3 ± 2.49 µg/m3 versus 31.60 µg/m3 ± 6.91 µg/m3) sino que no se detectaron niveles medibles de monóxido de carbono o compuestos orgánicos volátiles significantes para el riesgo de terceros. En otras palabras, puede ser que los no usuarios (terceros) estén expuestos a un nivel ambiental de nicotina baja pero no estarían expuestos a los miles de compuestos tóxicos del humo de tabaco.

Este estudio se suma al creciente cuerpo investigativo que está demostrando que los cigarrillos electrónicos son menos dañinos, en términos de nicotina y toxinas, para el usuario y para el tercero comparado con los cigarros tradicionales de tabaco. Estos estudios apoyan la idea del por qué aceptar cigarrillos electrónicos como una alternativa: porque reducen el riesgo para todos los involucrados.