Los Cigarrillos Electrónicos Ayudan en la Intención de Dejar de Fumar

Una de las críticas de las personas (y organizaciones) que se oponen a los cigarrillos electrónicos es que los dispositivos van a perpetuar (y aumentar) el uso de nicotina por parte de los fumadores y hasta atraer personas que nunca han fumado a usar nicotina. Los resultados de estudios realizado hasta el momento, sin embargo, no apoyan esta noción, y los resultados de la nueva encuesta del Smoking Toolkit apoyan el concepto que más que cualquier otra cosa, los cigarrillos electrónicos ofrecen una avenida para aquellos fumadores que quieren dejar de usar cigarros tradicionales de tabaco.

El estudio del Smoking Toolkit es una encuesta mensual, con alrededor 1,800 participantes en cada muestra, de los cuales aproximadamente 450 son fumadores. La encuesta se realiza desde el 2006, lo cual permite un análisis a más largo plazo de las tendencias en el área de fumado e intentos de dejar de fumar. La encuesta empezó a rastrear información sobre el uso de cigarrillos electrónicos desde el 2011, y con ésta información se puede evidenciar el crecimiento de la tecnología y la adopción de cigarrillos electrónicos así como la tasa de uso de terapias de reemplazo de nicotina.

Una de las preocupaciones de los oponentes es que los cigarrillos electrónicos pueden ser atractivos a no fumadores y por ende, crear una generación nueva de fumadores (aunque usar un cigarrillo electrónico no es fumar). Todos los resultados de las investigaciones a la fecha han consistentemente demostrado que la gran mayoría, más del 99%, de vapeadores son fumadores en proceso de cesación o ex-fumadores.

Los resultados más recientes de la encuesta de Smoking Toolkit, con un muestreo de 2,633 participantes, demostro un uso de aproximadamente 0.3% (o menos de 1 en 300 personas) que son nunca-fumadores (que nunca han fumado ningún tipo de producto de tabaco) han usado un cigarrillo electrónico. Interesantemente, un 0.1% (o aproximadamente 1 persona en cada 100) usa productos de terapia de reemplazo de nicotina, como parches, chicles, e inhaladores de nicotina. En el caso de ex-fumadores de largo plazo, solo un 1.8% utilizan cigarrillos electrónicos, comparado al 2.9% que utilizan terapias de reemplazo de nicotina. Esto claramente demuestra que los no-fumadores no utilizan cigarrillos electrónicos con nicotina, y aunque se puede esperar algún nivel de experimentación, la tasa es sumamente baja. Esto apoya los datos de la encuesta del Centro de Control de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos, donde solo un 0.5% de los no-fumadores habían experimentado con un cigarrillo electrónico en los últimos 30 días.

La crítica igualmente va dirigida a que los cigarillos electrónicos impiden o socavan los intentos para dejar de fumar. Esta posición no está sustentada en la ciencia, ya que de los 723 usuarios duales, definidos como personas que activamente usan ambos cigarrillos electrónicos y cigarros tradicionales, en la encuesta estaban vapeando todos los días. Y por estudios longitudinales ya realizados, se sabe que entre más tiempo se utilicen los cigarrillos electrónicos, más probable es que la persona deje de fumar.

La encuesta de Smoking Toolkit también incluye una serie de preguntas que califican la motivación para dejar de fumar. De los 12,094 participantes que han respondido a la encuesta desde que se introdujo la tecnología al mercado, la calificación de motivación ha subido levemente. Al contrario de la preocupación de que los cigarrillos electrónicos presentan un impedimento para dejar de fumar, parece que tienen una influencia positiva, aunque sea leve. Este es el potencial para la salud pública que ofrece esta avenida, ayudar a motivar a fumadores a dejar de fumar.