Una de las justificaciones que se utiliza para regular los cigarrillos electrónicos es por la cantidad de nicotina que pueden (o pueden no) tener. Por años, la científicos han dicho que los cigarrillos electrónicos son menos dañinos que los cigarros tradicionales de tabaco en todo ámbito - desde la cantidad de toxinas que tienen y producen hasta la cantidad de nicotina que suministra al usuario. El Dr. Farsalinos, un doctor de cardiología del Centro de Cirugía Cardíaca Onassis en Grecia, publicó un estudio comparando el nivel plásmico de la nicotina en usuarios de cigarrillos electrónicos y cigarros tradicionales de tabaco.

Este estudio es novedoso en muchos sentidos, además de explorar una pregunta latente de cuánta nicotina realmente suministra un cigarrillo electrónico, utilizó dispositivos diferentes y medió la eficacia entre los dos. Tradicionalmente, cuando alguien se imagina un cigarrillo electrónico, se imagina dispositivos de primera generación que imitan la forma y función de un cigarro tradicional de tabaco. Este estudio no sólo utilizó esa clase de dispositivo, sino también una de tercera generación, regulable y con capacidad mayor de potencia, en este caso particular, un Joyetech eVic configurado para entregar 9 watts de energia al atomizador.

La metodología del estudio fue al azar con dos grupos en dos días, de vapeadores con considerable experiencia con una abstinencia de 8 horas entre pruebas. Utilizan un estándar de 18mg/mL de nicotina en todos los e-liquids que se suministraron a los participantes. La prueba duró una hora, y los participantes podían recargar los cartomizadores o claromizadores y las baterías tantas veces como sintieran necesario.

Los resultados confirmaron las sospechas que han existido por muchos años: que los cigarrillos electrónicos suministran nicotina en una forma muchísimo más lenta y en menor cantidad cuando se compara a cigarros tradicionales de tabaco combustible. En los primeros cinco minutos de uso, los niveles plásmicos de nicotina de los participantes utilizando cigarrillos electrónicos eran entre una tercera a una cuarta parte comparado al uso de un cigarro de tabaco. Inclusive, los usuarios del dispositivo de tercera generación, el eVic, que ofrecía mayor vaporización comparado al dispositivo de primera generación, sólo logró un incremento entre el 50 al 70% más, a nivel plásmico, que los usuarios de cigarrillos electrónicos de primera generación (aproximadamente entre una cuarta parte a una mitad del nivel plásmico de nicotina comparado a la concentración de nicotina de un cigarro tradicional de tabaco).

Lo más importante es que después de utilizar los cigarrillos electrónicos por una hora, ninguno de los usuarios llegaron al nivel plásmico de nicotina comparado a lo que suministra un cigarro de tabaco tradicional en cinco minutos.

Si la preocupación de daños a terceros es la cantidad de nicotina que puede emitir un cigarrillo electrónico - porque definitivamente no tiene ninguna de las toxinas que tiene el cigarro tradicional de tabaco según varios estudios - éste estudio del Dr. Farsalinos debe ayudar a aclarar las dudas. Si el usuario directo del dispositivo no recibe ni la mitad de la nicotina de un cigarro tradicional, cuanto realmente creen que existe en el vapor que exhala el usuario? Casi nula. Si este nivel de "casi nula" es la preocupación de raíz, entonces deberíamos revisar el nivel de nicotina de la berenjena, la papa, y los tomates para someterlos a la misma regulación.