Un Nuevo Estudio de Cigarrillos Electrónicos Demuestra Resultados Impresionantes

El Profesor Frank Baeyens de la Universidad Católica de Leuven-Belgica publicó los resultados de un estudio clínico sobre el uso de cigarrillos electrónicos y su eficacia para abstenerse del tabaco en fumadores que no tenían intenciones de dejar de fumar. Parte del enfoque del estudio era medir la ansiedad o deseo de fumar, en un ambiente de laboratorio, después del uso del cigarrillo electrónico, además de su enfoque principal de eficacia sobre un período de 5 meses. El estudio obtuvo un total de 48 participantes, calificados como fumadores sin deseos de dejar de fumar.

Uno de los argumentos importantes del por qué analizar los cigarrillos electrónicos y su eficacia en un ambiente realista de uso es el hecho que que los cigarrillos electrónicos, de cualquier diseño, no solo suministran nicotina al fumador, sino también suplantan algunos de los rituales y experiencias sensoriales del fumador. Considerando que la literatura científica apunta que el nivel de riesgo de los cigarrillos electrónicos es órdenes de magnitud menor que los cigarros tradicionales de tabaco, la aceptación de los cigarrillos electrónicos como un método de reducción de daño (THR, por sus siglas en Inglés) ayudaría a bajar la prevalencia de fumado. Esto se debe al hecho de que un cigarrillo electrónico no hace combustión de materia orgánica y, por ende, reduce la cantidad de compuestos tóxicos y carcinógenos que se producen en la combustión de cigarros de tabaco convencionales. 

El estudio utilizó baterías clase eGo con e-liquid con 18mg/mL de concentración de nicotina. Durante las sesiones de laboratorio, los participantes se abstuvieron de usar el cigarrillo electrónico (o de fumar, si el participante estaba en el grupo de control) por un periodo de cuatro horas para poder medir si el uso del cigarrillo electrónico reducía la ansiedad de fumar. En estas sesiones, el grupo de cigarrillos electrónicos experimentó una reducción de ansiedad similar al grupo de control, lo cual significa que el cigarrillo electrónico alivia la ansiedad de fumar en una forma similar que un cigarro tradicional de tabaco.

En el análisis de cesación de fumado, al segundo mes del estudio, en el grupo que utilizaba cigarrillos electrónicos se observó una tasa de cesación impresionante del 34%, comparado al 0% en el grupo de control. En el segundo mes del estudio, se brindó cigarrillos electrónicos del mismo estilo que al grupo original. Al cierre del estudio en el quinto mes, el grupo que utilizó cigarrillos electrónicos durante toda la duración del estudio observó una abstinencia del fumado del 37%, y en el grupo de control, que tenía sólo tres meses de utilizar cigarrillos electrónicos, se observó una tasa de cesación del 38%. Aunque el estudio ya no aportó más material, en el sentido de e-liquid, a los participantes, se recomendó seguir utilizando los cigarrillos electrónicos.

Estos resultados por sí solos son impresionantes, pero en Bélgica no se puede conseguir e-liquid con nicotina en el mercado nacional. El Profesor Baeyens hizo un seguimiento con los participantes para medir la tasa de cesación de fumado al cabo de ocho meses. Sin poder comprar los insumos en el mercado de forma fácil, la tasa de cesación era del 19%, en el grupo de cigarrillos electrónicos, y un 25% en el grupo de control que obtuvo la intervención en el segundo mes del estudio, con un reducción de consumo de cigarros de tabaco convencionales del 60% en ambos grupos.

Este estudio es importante por lo siguiente:

  • Brinda aún más evidencia científica de que en fumadores que no tienen intenciones de dejar de fumar, los cigarrillos electrónicos pueden ser una herramienta sumamente eficaz para sustituir el hábito de fumado.
  • Demuestra que las restricciones o prohibiciones sobre líquidos impacta negativamente el efecto positivo de la sustitución de cigarrillos electrónicos causando una recaída a productos tradicionales de tabaco.